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LIBRO / ARTÍCULO DEL MES
SCHMITT,CARL.- Ensayos sobre la Dictadura, 1911-1932. Estudio preliminar de José María Baño León. Tecnos, Clásicos del pensamiento, 2013.
Dentro de la ya prestigiosa colección Clásicos del Pensamiento, se publican por primera vez los diversos estudios de Carl Schmitt sobre el derecho de excepción, lo que nos permite acercarnos al pensamiento de un autor controvertido, rechazado por su apoyo al nazismo, pero al mismo tiempo un jurista excepcional.
De la edición queremos destacar especialmente el amplio estudio introductorio que corre a cargo del profesor Baño León, el cual nos coloca el texto en su contexto, y nos ilumina de esta forma el verdadero sentido de la obra de Carl Schmitt.
Baño León sitúa al teórico del derecho de excepción y de la “dictadura soberana” en el momento de crisis general del viejo sistema político alemán ante la moderna sociedad de masas. Tras la derrota en la primera guerra mundial y el humillante Tratado de Versalles, la República de Weimar, que tantas luces aportó, no logra la estabilidad política, la salida de la crisis económica y poner freno al avance de las fuerzas proletarias.
Carl Schmitt culpa de este estado de cosas al liberalismo, a la debilidad de la democracia parlamentaria y reclama un Estado fuerte basado en la autoridad. Un nuevo Estado que sea la expresión del derecho autoritario que se precisa. Frente a la construcción de la voluntad general a partir de las voluntades individuales opone la dictadura soberana que debe representar un Presidencialismo soberano. Frente al poder no hay límites, no hay derechos individuales, y por ello el poder constituyente es soberano.
En este nuevo Estado lo que importa no es la norma, sino la decisión, la capacidad para imponer el orden. Si se produce una situación anormal se debe imponer el estado de excepción, y esta decisión se adopta dentro del sistema jurídico. La excepción no rompe el orden jurídico, es su propia expresión. Al imponer la excepción el Presidente defiende la Constitución, el orden, ante las circunstancias que tratan de alterarlo.
La sólida construcción argumental de los estudios schmittianos no impide el rechazo de la obra de este autor debido a su pasado claramente filo nazi. Carl Schmitt no dudó en poner sus teorías al servicio del nazismo. Hitler fue la encarnación de la figura del Dictador soberano puro, la persona que hacía realidad su pensamiento y en la que confío para imponer el orden sin límite legal ni sustantivo alguno. Tampoco nunca se retractó, y cuando se le reconvino por su pasado nazi se limitó a decir que se “retiraba a la seguridad del silencio”.
En todo caso, la recuperación de estos importantes trabajos muy bien contextualizados por el trabajo preliminar de Baño León constituye una importante aportación al pensamiento jurídico clásico.