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CONTRATACIÓN PÚBLICA-Guía para evitar los mercados cautivos en la contratación pública

En el ámbito de la contratación pública, uno de los riesgos que pueden surgir en determinados sectores es la dependencia de un único proveedor. Este fenómeno, conocido como mercado cautivo, aparece cuando el órgano de contratación encuentra dificultades para cambiar de contratista por razones técnicas, contractuales, económicas o comerciales. La escasez o, incluso, ausencia de alternativas derivada de esta situación puede traducirse en una menor concurrencia competitiva, incrementos de costes, limitaciones de calidad o, en algunos casos, incluso dinámicas de mercado abusivas o colusorias.
Con la finalidad de alertar y prevenir, en su caso, este tipo de situaciones en el marco de la contratación pública, la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), junto con la Dirección General de Contratación Pública de la Generalitat de Cataluña, ha publicado la Guía para evitar los mercados cautivos en la contratación pública. Este documento recopila una serie de orientaciones y criterios de carácter técnico destinados a facilitar la identificación de situaciones susceptibles de generar contextos de dependencia y a ofrecer alternativas para estructurar los contratos de forma que se mantengan abiertas las opciones de contratación de futuro.
En esta línea, la guía integra diferentes recomendaciones para tratar de evitar -en la medida de lo posible y salvo casos justificados- la creación de mercados cautivos, entre los que resultan de especial interés, por su aplicación transversal y graduable según el objeto y contexto de cada expediente, las siguientes:
1. Redactar los pliegos con criterios funcionales, describiendo las necesidades que deben satisfacerse, sin incluir referencias a soluciones concretas, permitiendo así que distintos operadores propongan soluciones alternativas que cumplan los mismos requisitos.
2. Adoptar sistemas y estándares abiertos, de manera que los bienes o servicios contratados puedan operar con otras infraestructuras y tecnologías existentes, facilitando posibles sustituciones futuras y reducir, de esta manera, la dependencia de estrategias cuya evolución pueda quedar en manos de un único proveedor.
3. Incorporar cláusulas de transición y reversión del servicio, regulando expresamente la entrega de documentación, datos y elementos necesarios para garantizar la continuidad de la prestación en caso de cambio de contratista.
4. Prever la entrega del código fuente y de la documentación técnica en contratos con desarrollos específicos, permitiendo que futuros ajustes o mejoras puedan ser ejecutados por distintos operadores.
5. Dividir los contratos en lotes cuando sea posible, especialmente cuando concurren prestaciones diferenciadas, de forma que distintos operadores puedan concurrir únicamente a aquellas partes del contrato que realmente puedan asumir.
6. Planificar el ciclo de vida del bien o servicio, valorando aspectos como actualizaciones, consumibles o soporte técnico, con el fin de anticipar dependencias que puedan surgir una vez adjudicado el contrato.
7. Establecer duraciones contractuales adecuadas, así como prórrogas razonables, evitando plazos excesivos que dificulten la entrada de nuevos operadores.
Estas son algunas de las pautas que ofrecen un marco técnico para que los órganos de contratación puedan reducir las posibilidades de quedar vinculados a un único proveedor en el futuro y mantener abiertas diferentes alternativas de gestión y concurrencia en posteriores licitaciones.
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Barcelona, 23 de diciembre de 2025.
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